Un sistema de gestión de la innovación sistematiza los esfuerzos que realiza la organización para innovar.

Estos esfuerzos pueden ser de muchos tipos y existen muchas metodologías, buenas prácticas, técnicas, etc. que se dirigen a aspectos concretos del problema.

Para abordar la implantación de un sistema de gestión de la innovación ordenadamente resulta útil disponer de una visión general de las áreas de actividad que intervienen.

La recientemente publicada ISO 56.002 propone una estructura general muy completa pero que en mi opinión se plasma en un diagrama que resulta un poco confuso.

Me parece más clara la siguiente clasificación de las actividades de gestión de la innovación:

1. Estrategia: definición y gestión de la estrategia que gobierna el sistema de gestión de la innovación y coordinación con la estrategia general de la organización, de forma que todos los esfuerzos se encaminen eficientemente a la consecución de los objetivos de ésta.
2. Gestión del portfolio de proyectos de innovación: coordinación y alineación de los esfuerzos y recursos que se dedican al conjunto de iniciativas con las que se pretende producir innovaciones que produzcan valor para la organización.
3. Gestión de proyectos de innovación: cómo llevar cada proyecto desde la detección de la oportunidad hasta su implantación y creación de valor aplicando un conjunto de metodologías y técnicas que han demostrado su efectividad para este tipo de proyectos.
4. Condiciones y servicios de soporte: crear las condiciones básicas para que se desarrolle la innovación (culturales, formación, tecnológicas…), dotar de recursos y prestar servicios de soporte o apoyo a los proyectos de innovación.
5. Mejora continua: evaluar y mejorar progresivamente el funcionamiento del sistema de gestión de la innovación.

Representación esquemática de las áreas de gestión de la innovación